Odio esos días en los que te levantas genial y contenta,
pero que según va pasando el día, tu autoestima disminuye sin saber por qué.
Odio que la gente me diga que he cambiado. Yo no he
cambiado, la vida me ha cambiado con cada golpe que me ha dado.
Odio que algunas personas intenten arreglar las cosas,
siendo que ya no significan nada para mí, y que el único que las puede arreglar
es el tiempo.
Odio huir de los problemas refugiándome en las cosas que me
hacen sentir viva. No huyo por gusto, es que algunas situaciones me superan
como persona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario